Demian, Siddhartha - Herman Hesse

He perdido la cuenta de los kilómetros que he caminado en las letras de Herman Hesse, en sus personajes han crecido las llagas también a cuenta de esta misma razón, es así como entre deseos reprimidos y aprendizajes autodidactas en largas caminatas, Hesse han construido historias que, además de interesantes, no pudiéramos dudar que responden a muchas de las preguntas que un buen lector puede llegar a concebir.

Aunque la dosis parece ser la misma, es la forma de suminístrarla de Herman Hesse lo que en este par de novelas, de editorial Porrúa y su colección “Sepan Cuantos”, merece la pena estudiar, por un lado Demian y la exploración del bien y del mal, ese mundo niestzcheniano de la moral que cuestiona el pequeño protagonista Emil Sinclair desde su primera infancia y que además sirve de argumento a lo largo de la novela, un entendimiento propio e inculto, el cual, llegado el momento, con la ayuda de Demian evoluciona en un juicio que alimenta una interpretación que cambia el parecer de Sinclair en las distintas etapas de su vida contadas en esta novela. El cuestionamiento de la moral, de la religión, la marca de Caín representada como la fortaleza del hombre que decide imponer una voluntad más que un estigma, el “único” dios del bien y el mal objeto de la pesquisa de Emil Sinclair, la pasión por las respuestas, la búsqueda ¿inacabada o concluida? esa es tarea final del lector.

Finaliza este duo con la meditación hecha novela, Siddhartha es un viaje hacia la independencia del pensamiento, una novela que narra la travesía del joven Siddhartha hacia una propia religión, un propio pensamiento, el acercamiento a aquellas personas que componen la experiencia de un hombre, la emancipación de Siddhartha hacia un camino que a su parecer puede concluir la eterna búsqueda. En compañía de su amigo Giovinda, Siddhartha se aparta de su padre para recorrer con un grupo de monjes samanas el sacrificio que aquellos adoptaban para alcanzar lo más alto del alma, el yo, así lo hace por un largo tiempo Siddartha, pero el conocimiento, según su interpretación, requiere de más que un adoctrinamiento, pues la doctrina es solo un medio que dispone un grupo para crear un camino, este, por supuesto no puede ser el mismo para todos, y es así como Siddhartha se propone conocer otros secretos, alejado del adoctrinamiento de los samanas descubre el amor, que le es brindado por Kamala cuyo requisito para enseñarle de estos secretos son riquezas, Siddhartha empecinado entonces en su búsqueda se hace rico, pasados los años, y no habiendo aún encontrado respuestas, decide marcharse del lecho de Kamala quien mantiene un secreto. Siddhartha continua un exhaustivo camino hacia el propio entendimiento, hacia su propia doctrina, misma que según dice no puede ser transmitida a un discípulo pues en el individualismo y la soledad yace el Atman, y con esto, su pertenencia al todo, que en las últimas líneas resuelve.

Tenemos aquí dos de mis obras favoritas de uno de mis autores favoritos, ganador de un premio nobel de literatura por ahí de los 40's, Herman Hesse ofrece como siempre textos que se cuelan y que modifican nuestras preguntas, Hesse nos toma una vez más de la mano y con él nos encamina hacia un mismo rumbo que depende de la novela es el paisaje que nos toca admirar.


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